martes, 17 de mayo de 2011

INTERFERÓN

Los interferones son glicoproteínas que son secretadas por células de vertebrados infectadas por virus. Después de unirse a receptores de superficie de otras células, los interferones se convierten en un estado antiviral, que impide la replicación de una amplia variedad de virus de ARNs y ADNs.

Nombre genérico de un grupo de proteínas antivirales producidas naturalmente por los animales, entre ellos el ser humano, en respuesta a agentes externos, tales como las infecciones provocadas por virus y células cancerígenas.

El interferón pertenece a la clase de las glicoproteínas como las citocinas. El descubrimiento de estas moléculas, en 1950, proviene de la observación de que los individuos infectados por un virus son resistentes a la infección por un segundo tipo de virus. El virólogo británico Alick Isaacs y su colega suizo Jean Lindenmann fueron los primeros en identificar, en 1957, una de estas proteínas, en células de embriones de pollo. Se vio que interfería o impedía la infección de las células corporales por los virus.

La actividad antiviral no corresponde al interferón de forma directa, sino que se realiza a través de proteínas que producen otras células al ser estimuladas por el interferón. Se han identificado algunas de estas proteínas, aunque no se conoce con exactitud su modo de acción.

El interferón se puede clasificar en tres grupos:

· tipo a o interferon de leucocitos (células blancas de la sangre).

· tipo b o interferon del fibrobalsto, producido por las células de la piel o células del tejido conectivo; esta familia está muy relacionada con la a.

· tipo g o interferon del linfocito (células del sistema inmune), producido por los linfocitos cuando son estimulados por los antígenos.

Existen hongos en la naturaleza como Ganoderma lucidum que favorecen en forma natural la producción de interferón gammma en el cuerpo humano.

Durante la década de 1960, los médicos intentaban tratar algunas enfermedades producidas por virus, sobre todo los resfriados comunes, mediante la administración de interferón, pero este enfoque no era práctico debido al elevadísimo coste que supone extraer esta sustancia de glóbulos blancos humanos (siempre en pequeñas cantidades). El siguiente paso consistió en intentar estimular al organismo para que produjera interferón: se empleaban inductores sintéticos como los ácidos nucleídos. Estos inductores cumplían su función, pero pronto se desarrollaba tolerancia, y dejaban de ejercer su efecto.

La producción de interferón era cara hasta 1980 se empezó a disponer de interferón en cantidades más importantes gracias al desarrollo de las técnicas de recombinación de ADN de ingeniería genética, cuando genes de interferón fueron introducidos en bacterias, permitiendo el cultivo masivo y purificación de las emisiones bacterianas.

Al año siguiente ya empezaron a realizarse ensayos clínicos para establecer los niveles, las dosis y los efectos secundarios.

Actualmente existen varios tipos de interferón que han sido aprobados para su uso en humanos, y la terapia de interferón es usada junto con la quimioterapia y la radioterapia en el tratamiento del cáncer.

Hasta la fecha, sólo se ha avanzado en las pruebas con algunos interferones del grupo alfa.

La síntesis del interferon es inducida por ARN de doble hebra (dsARN), que es probablemente grado durante la infección por virus de ARN o ADN; o bien in vitro por la presencia de poli (I) o poli(C) sintéticos.

Estas moléculas son efectivas incluso a concentraciones tan bajas como 3 x 10-14 M, lo caloría los hace las moléculas biológicas más potentes, aunque su especificidad está lejos de la de anticuerpos contra virus.

Los interferones previenen la proliferación viral principalmente al inhibir la síntesis de proteínas en las células infectadas, de hecho el interferon del linfocito incluso modula la respuesta inmune y lo hace a partir de dos formas diferentes:


A.




El interferón que induce un inhibidor activado por dsARN es una cinasa (DAI) que en presencia de dsARN fosforila a la subunidad a deeIF-2 exactamente igual que HCR (link a regulación por hemo) inhibiendo la iniciación ribosomal.

B.





Los interferones también producen la síntesis de 2´5´oligoadenilato sintasa, en presencia de dsARN, esta enzima cataliza a partir de ATP el inusual oligonucleótido pppA(2´5´A)n, en donde n puede ser igual a entre 1 y 10, este compuesto 2´5´A activa una endonucleasa preexistente, la ARNasa L que degrada mARN inhibiendo la síntesis de proteínas, 2´5´A es también rápidamente degradado por la (2´5´)-fosfodiesterasa, que es continuamente sintetizada para mantener el efecto.

Cuando es usado de esta manera, el interferón α y el interferón γ se administran generalmente mediante inyecciones intramusculares. La inyección de interferón en los músculos, venas o bajo la piel es comúnmente bien tolerada.

Los efectos secundarios más frecuentes son síntomas catarrales:

· Aumento de la temperatura corporal,

· malestar,

· fatiga,

· dolor de cabeza,

· dolor muscular

· convulsiones.

· Eritema, dolor y dureza en el punto de la inyección también se observan frecuentemente.

· Raras veces, los pacientes experimentan caída del cabello, vértigo y depresión.

Todos los efectos conocidos son reversibles y desaparecen a los pocos días de abandonar el tratamiento.

El interferón alfa ha sido usado en el tratamiento de la hepatitis C y de la leucemia mielógena crónica.

El interferón β es utlizado en el tratamiento y control de la esclerosis múltiple. Por un mecanismo aún desconocido, inhibe la producción de las citocinas de Th1 y la activación de monocitos. También tiene una labor importante en el shock séptico.

Se revelan como un tratamiento prometedor frente a un gran número de infecciones virales:

· También son un tratamiento valioso en una de las formas de la esclerosis múltiple,

· pero los resultados han sido variables frente a diversos tipos de cáncer, leucemias y algunos linfomas.

· Hasta cierto punto podrían ser eficaces frente al melanoma maligno, el cáncer de células renales, la hepatitis C, ciertas verrugas, y una minoría de los sarcomas de Kaposi relacionados con el SIDA. Los efectos secundarios pueden ser leves o muy graves.

· Los interferones β y g no han sido aún suficientemente probados, pero podrían demostrar ser más eficaces que el interferón alfa.

En la mayoría de casos, la producción de interferón es inducida por otras citocinas, por ejemplo, IL-1, IL-2, TNF y CSF, que son sintetizadas en respuesta a la aparición de virus en el cuerpo.

Su metabolismo y excreción se produce principalmente en el hígado y riñones.

Difícilmente atraviesan la placenta y la barrera hematoencefálica.

Los interferón alfa y beta son producidos por varios tipos celulares:

· Las células T

· las células B

· macrófagos

· fibroblastos

· células endoteliales

· osteoblastos entre otras.

Los interferón alfa y beta y son importantes componentes de la respuesta antiviral. Estimulan a los macrófagos y las células NK y son activas contra los tumores.

El interferón gamma participa en la regulación de las respuestas inmune e inflamatoria.

En los humanos, sólo hay un tipo de interferón gamma. Se produce en células T activadas.

El interferón gamma tiene efectos antivirales y antitumorales, pero generalmente débiles. Sin embargo, potencia los efectos del interferón alfa y beta.

Desafortunadamente, el interferón gamma necesita ser liberado en el tumor en dosis muy pequeñas y no es, actualmente, muy útil en el tratamiento del cáncer.

El interferón gamma es segregado por las células Th1 y envía leucocitos al punto de infección, dando como resultado una inflamación.

También estimula a los macrófagos para eliminar bacterias que han sido fagocitadas.

Este interferón es también importante en la regulación de la respuesta de las células Th2.

Al estar íntimamente relacionado con la respuesta inmunitaria, su producción puede derivar en desórdenes inmunitarios.

El interferón omega es segregado por los leucocitos en las infecciones virales y en los tumores.

El interferón tiene 2 acciones básicas:

§ Impide la replicación en células infectadas que aún no han sido destruidas por la acción vírica.

§ Activa unos linfocitos, denominadas NK (del inglés natural killer), capaces de reconocer células infectadas por virus y eliminarlas.

El interferón actúa en dos niveles: por un lado evita la replicación vírica en células aún sanas y, por otro lado, favorece la destrucción de las células ya infectadas.


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